Series en pandemia: The Office, la mejor de todas

En muchos rankings internacionales sobre las mejores series de comedia, The Office aparece situada siempre al tope, como se ve aquí o acá. Aunque en Estados Unidos la transmite Netflix, en Chile es posible verla por el que es el mejor sistema de streaming en la actualidad: Amazon Prime Video, que además es el más barato (3.500 pesos mensuales) y déjenme decir que es la serie ideal para tiempos de pandemia como los que vivimos, no solamente porque es muy divertida (y con un humor muy negro), sino por las razones que paso a enumerar a continuación:

Primero: Tiene al mejor personaje ficticio que la televisión mundial ha conocido en dos décadas, Dwight Schrute, el eterno secundón de la oficina, personaje que, como relatan sus guionistas en el libro “The Office: The untold Story of the greatest sitcom of the 2020”, de Andy Greene, recién publicado en EEUU, es nieto de un nazi y, por ende, representa muy bien ese mundo. Cree en todo tipo de conspiraciones, ama las armas, los uniformes, el karate (siempre anda lanzando patadas al aire, como un niño de 12 años) y reside en una granja donde cultiva remolacha, en la cual se vive al estilo de los antiguos menonitas que llegaron al norte del Estado de Pensilvania. Allí también habitan su extrañísimo primo Mose y otros de sus peculiares parientes, que siguen tradiciones campesinas oscurantistas, como la de iniciar el cortejo de una mujer lanzándole dos picos de cuervo a los pies (si ella los pisa, es señal de que acepta el posible romance). 

Tan divertidos resultó el mundo creado en torno a él, que cuando se acercaba el fin de The Office, tras nueve temporadas, NBC anunció un spin off llamado “The Farm”, basado en la familia de Dwight, pero nadie sabe muy bien por qué al final no lo hicieron. Como sea, Dwight es un fanático muy desagradable, pero al poco andar se hace querer y se convierte en un eje de la serie.

Segundo: Porque posee la mejor historia de amor de toda la televisión estadounidense de los últimos años. Sí, The Office es un Mockumentary (un documental falso) basado en la serie británica original creada por Ricky Gervais y Greg Daniels y como tal es una serie de humor, de un humor muy denso, negro y políticamente incorrecto. 

No obstante, cuando seleccionaron a los debutantes John Krasinski (que en ese tiempo atendía mesas en Nueva York) y Jenna Fischer (quien en la vida real trabajaba como recepcionista, el mismo papel que comenzaría interpretando después) los encargados del casting crearon a la gran pareja romántica de los años 2000 en Estados Unidos. El coqueteo entre ambos fue seguido por millones de personas semana a semana, entre otras cosas porque se basaba en miradas furtivas, en sonrisas y en una química muy difícil de lograr. 

Tercero: Por el personaje central, el jefe de la oficina, Michael Scott, interpretado por Steve Carell, que acaba de trabajar en “The Morning Show”, de Apple, y se apresta a estrenar “Space Force”, que llega el 29 de mayo a Netflix. Scott era un papanatas, un sujeto desatinado, cruel y provisto del peor sentido del humor que se pueda imaginar. Más encima, profesionalmente era un inepto… pero era el gerente. Es la analogía perfecta de muchos casos de la vida real, en la cual no es extraño (¿sí o no?) preguntarse cómo es posible que tal o cual haya llegado a la jefatura de algo. 

Sin embargo, como queda en evidencia a partir de la segunda temporada, Scott era un hombre desesperado por conseguir amor en su vida. Eso lo humanizó y lo convirtió en uno de los personajes más queribles de las series de humor de los últimos años. Inexplicablemente, cuando la serie terminó su séptima temporada y se venció su contrato con NBC sencillamente lo dejaron ir, según relata Greene.

Cuarto: Por sus cientos o quizá miles de escenas ingeniosísimas, incluyendo sus famosos Cold Opens y algunos pasajes memorables, como la boda de Jim y Pam (sorry por el spoiler). Los cold opens son pequeños segmentos de inicios de cada capítulo, pero especialmente memorables son algunos de los inicios de temporadas, como el dedicado al Parkour, en el inicio de la Sexta, o el lipdub de la canción “Nobody but me”, de Human Beinz, en el inicio de la Séptima Temporada, donde Dwight se muestra de lleno. Aquí está el link, pero si alguien quiere buscar la escena por su cuenta en Youtube basta que escriba “best opening The Office”; es decir, “Mejor apertura de The Office” y aparcerá.

Quinto: Por la riqueza de los personajes secundarios. A diferencia de muchas series en que uno se pregunta habitualmente qué rol cumple tal o cual personaje, en The Office no sobra ninguno y todos son excelentes actores y actrices, en circunstancias que buscaron específicamente personas con poca o ninguna experiencia actoral. Y vaya que les resultó. 

Un ejemplo de todo lo anterior es el personaje de David Wallace, el CEO De Dunder Mifflin, la compañía de papel en que trabaja el elenco, quien ejecuta a la perfección su rol de alto ejecutivo, porque eso era antes de entrar a trabajar en The Office. 

Pese a los años que han transcurrido desde el fin de la serie (2013), su popularidad sigue creciendo y cada cierto tiempo aparecen ideas destinadas a reunir a todo el elenco o efectuar una décima temporada, pero de momento no existe nada concreto y el mismo Carrel ha negado dicha posibilidad. 

Pese a ello, este domingo recién pasado la fanaticada de The Office (sí, me incluyo) pudo ver algo muy especial en el programa de Youtube que Krasinski está emitiendo semanalmente desde su casa, llamado “Some good news” (SGN). En efecto, en su última emisión, Krasinski ofició de maestro de ceremonias virtual de una pareja fanática de The Office y, como regalo, reunió vía Zoom al elenco de la popular serie, que recreó, cada uno desde su casa, la boda de Jim y Pam, lo que algunos han rumoreado en redes sociales es una suerte de señal de un posible revival de la comedia. 

Ojalá que así sea.