El vino de dios, de Ediciones B, es la nueva novela del escritor Carlos Tromben. Autor de numerosos y exitosos libros, entre ellos la saga compuesta por los libros Huáscar, Balmaceda y Santa María de Iquique, la muerte de la República, también ha publicado las investigaciones periodísticas Crónica secreta de la economía chilena y Pescado Rabioso.
Ahora, sin embargo, se interna en la línea del thriller histórico con esta novela que mezcla suspenso, secretos y una institución en crisis que lucha por mantener su poder. La protagonista es Janet Lang, escritora y periodista estadounidense, quien lleva varios años buscando a su hermana Kate, vista por última vez en Argentina.
Experta en biología y fisiología vegetal, Kate ha dejado un rastro de datos y archivos de distintos países vinculados a la industria vitivinícola, entre ellos Francia, España, Portugal, Israel, Australia, Argentina y Chile. En su búsqueda, Janet se encuentra con un misterio relacionado con El Vino de Dios, aludiendo al vino que bebieron en la última cena Jesucristo y sus apóstoles, cuya conservación ha marcado secretamente la historia de la humanidad y el destino de una iglesia corrompida por el poder y el abuso de sus representantes.
Estas son las primeras pistas para adentrarse en la historia que construye Tromben,donde se entrelazan intereses y misterios que envuelven a la Iglesia, así como los poderes políticos, los tribunales de justicia y la figura de una intrépida periodista, que tratan de buscar la verdad detrás de un secreto guardado por siglos.
Desde Valparaíso, donde reside actualmente, Tromben cuenta que “a diferencia de lo que sucede habitualmente, en que uno escribe un libro y al final llega al título, en este caso fue a la inversa. Hace unos 10 años se me ocurrió la idea de escribir un libro llamado El vino de Dios y de a poco comenzó a aparecer el argumento: el de un vino asociado a la primera eucaristía; es decir, la última cena, que ese vino fuera un secreto muy bien guardado y que nuestro país estuviera implicado, dado que somos un país viñatero”.
Sobre el tipo de escritura, señala que es un mix entre dos thrillers muy distintos: El Péndulo de Foucault, de Umberto Eco, y el Código Da Vinci, de Dan Brown. En todo caso, detalla que la estructura es parecida al de este último: capítulos cortos, mucha acción, muchos diálogos y muchos escenarios conocidos, entre una serie de lugares emblemáticos de Santiago: desde el edificio del ex congreso nacional (donde estaba originalmente la iglesia de la Compañía de Jesús) hasta una viña de Pirque, y también Talca, “donde está el viñedo de dios”, detalla el autor, relatando que según la trama que ficcionó, la vid palestina utilizada en ese brebaje habría llegado a Avignón y desde allí habría sido trasladada a América.
Respecto de sus planes futuros, señala que luego de descansar un poco (pues pasó un año completo dedicado a tiempo entero a este libro) lo más probable es que regrese a la no ficción, dada la coyuntura que se vive en Chile.
