Mike Rezendes, el periodista que destapó la pedofilia de la Iglesia Católica en Boston

Hasta el 2015, Michael Rezendes era un periodista casi anónimo de Boston. Casi, porque en el mundo del periodismo ya ocupaba un sitial de importancia: en 2002 había ganado un Pulitzer por las investigaciones que efectuó junto al equipo “Spotlight”, del Boston Globe, las que desnudaron la política de encubrimiento de la Iglesia Católica a sacerdotes que cometían abusos sexuales infantiles en Boston, luego de lo cual escribió “Betrayal”, el libro en el cual se narra dicha historia 

Además de aquello, Rezendes había trabajado en medios icónicos de Estados Unidos. Aparte del Boston Globe,  estuvo también en el San José Mercury News, donde se escribió uno de los episodios más polémicos del periodismo de investigación a nivel mundial (debido a los reportajes del periodista Gary Webb, que denunció que el gobierno de EEUU traficaba crack para financiar la contra en Nicaragua) y en el Washington Post, en el cual trabajó con Ben Bradlee, el célebre editor de dicho diario en la época del caso Watergate. Por esas vueltas de la vida, en el Boston Globe hizo equipo con Ben Bradlee hijo. “Creo que soy uno de los pocos periodistas, quizá el único, que ha trabajado con los dos Bradlee” comenta, aseverando que “es inspirador trabajar con gente que ha logrado grandes cosas en periodismo, gente que ha cambiado el mundo para mejor, que es la meta del periodismo”. 

Sin embargo, luego del estreno de la película “Spotlight”, máxima ganadora de los premios Oscar 2016 y que narra la investigación  respecto de los sacerdotes de Boston, este periodista (encarnado en la pantalla grande por Mark Ruffalo) se convirtió en una celebridad y mucho ha cambiado en su vida.  

De hecho, recuerda que en 1994, cuando se estrenó “El periódico”, protagonizada por Michael Keaton y Marisa Tomei (entre otros), fue junto a sus colegas del diario a verla al cine. No obstante, jamás pensó que conocería a Keaton, que también actuó en “Spotlight” y de quien Rezendes ahora dice, riendo, “es mi amigo”. 

Del mismo modo, jamás había pensando en estar en Chile, pero en 2016 desarrolló una serie de actividades en Santiago, invitado a participar de la entrega de los Premios de Periodismo de Excelencia (PPE) de la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado. 

 

Informantes 

Y si de películas de periodistas se trata, su favorita es “Todos los hombres del presidente”, el film que narra el caso Watergate. Otra película que confiesa “amar” es “El Informante”, con Russell Crowe y Al Pacino, que retrata la relación entre un periodista y un ex ejecutivo de una tabacalera. 

-Hablando de informantes…¿Tuviste alguno cuando trabajaste en los casos de abusos sexuales cometidos por el clero? 

-No, nunca tuvimos un informante, lo que habría sido interesante… Pero hubo un sujeto, Richard Sipe, un ex sacerdote, que fue monje benedictino por unos 30 años, y también hubo otra persona, el padre Tom Doyle… quizá a él podría llamarlo un informante. Es un sacerdote que a la vez es un respetado abogado en derecho canónico y que trabajó en la Nunciatura Apostólica en Washington. En todo caso, tanto Richard Sipe como Tom Doyle han dedicado sus vidas a hacer sonar las alarmas acerca del abuso sexual infantil por parte de sacerdotes y la ayuda de los dos fue incomensurable en nuestro reporteo. Le debemos un montón a estos dos hombres. 

-¿Qué opinas acercas del uso de fuentes confidenciales o anónimas en el periodismo? 

-Por supuesto que uso fuentes confidenciales, pero siempre chequeo la información que me dan. Muy raramente cito una fuente confidencial en mis historias. Mi trabajo es verificar la información que me entregan, ya sea por medio de documentación o por medio de declaraciones “on the record” con fuentes oficiales que están a cargo de algún área en particular. De ese modo, pienso que las fuentes confidenciales son fantásticas, pero en realidad no me gusta el periodismo que descansa en ellas, sin verificar la información y pienso que muchas veces, cuando los periodistas de investigación se meten en problemas o dificultades, es no verifican información que obtienen de fuentes oficiales que se encuentran en posiciones de poder. 

-Trabajaste en el San José Mercury News. ¿Conociste a Gary Webb? 

-No, Gary Webb llegó después que me fui, pero conozco a mucha gente que trabajó con él y estoy familiarizado con la historia. También vi la película al respecto (“Maten al mensajero”, protagonizada por Jeremy Renner). 

-¿Qué piensas acerca de ese tipo de periodismo de investigación? 

-Bueno, no hay diferencia en realidad entre ese tipo de periodismo de investigación con lo que hace Spotlight. Sí creo que fue una situación muy trágica, muy trágica señala refiriéndose a la muerte de Webb en 2004, en un hecho que la policía catalogó como un suicidio, pero que muchos cuestionan hasta el día de hoy.  

-¿Qué impresión te quedó acerca de este trabajo, del trabajo de Gary Webb? 

-Pienso que Gary Webb hizo un montón de buen reporteo, pero creo que necesitaba una mejor edición. A mi gusto los editores del Mercury News no le dieron toda la ayuda que habría necesitado en orden a crear una historia irrefutable y “a prueba de balas”, como decimos. Eso es lo más importante en una investigación: producir historias que no dejen vacíos, que no produzcan preguntas, sino que respondan preguntas. Esa es la clave y estimo que la historia de Gary Webb levantó demasiadas preguntas, sin proveer respuestas irrefutables. 

¿Qué piensas acerca de las víctimas y el periodismo? ¿Deben los periodistas necesariamente ponerse a su lado o es necesario mantener alguna distancia, como algunos propugnan? 

-Creo que la pregunta no es acerca de ponerse a su lado, sino de ser un ser humano, de ser empático, y de estar sinceramente interesados en su papel y en la historia. La función del periodismo es proveer una voz a aquellos que no tienen voz. Creo firmemente en ello y estimo que eso fue lo que hicimos con la investigación de Spotlight acerca de los abusos sexuales en la Iglesia Católica. la empresaaevre, pues la compañpañquellos que no tienen vozajar e impresionarlos, asor trabajar con gente que ha cambiado el m la empresaaevre, pues la compañpañquellos que no tienen vozajar e impresionarlos, asor trabajar con gente que ha cambiado el m 

A ese respecto, ¿Sabes algo de los abusos en contra niños cometidos por sacerdotes en Chile? 

-Sí, he conocido acerca de algunos casos en Chile y he leído un montón sobre  la controversia relativa a la instalación del obispo Barros en Osorno. No me considero un experto, pero he leído algo y considero que es muy interesante. 

-¿Crees que hay un patrón de abusos común, a través del mundo, en este tipo de abusos infantiles? 

-Claro que lo creo. En este momento es muy claro que existe un patrón global de abusos sistemáticos en la Iglesia Católica. No veo cómo alguien podría negar eso. 

 

Repartidor y reportero 

Rezendes recuerda que en sus inicios, en un diario muy pequeño, hacía de todo: escribía, obviamente, pero además tomaba fotos, diagramaba e incluso vendía avisos, pues debido a que no le pagaban un sueldo, sus ingresos devenían de una comisión que obtenía por casa aviso que vendía. Lejos de recordar ello amargamente, dice que fue una buena oportunidad, sobre todo porque el intentar vender avisos le permitió reconocer toda la comunidad a la cual llegaba el diario. 

Esa capacidad de hacer múltiples trabajos la revivió hace pocos meses, cuando el Boston Globe cambió a la empresa que distribuía su diario y la nueva compañía simplemente no pudo hacer bien el trabajo, hasta que un sábado en la noche el asunto llegó a ser una crisis:   

Recuerdo haber estado sentado en casa, y recibir un mail diciendo que se necesitaban voluntarios para ir a distribuir el diario del domingo y pensar “esto tiene que ser un chiste, no puede ser real”. Luego recibí otro correo diciendo que era verdadero y pensé que no podía ser. Era una noche muy fría, en medio del invierno. Entonces me llegó el correo de una colega, que vive cerca de mí. Ella decía “hey, tenemos que ir a distribuir los diarios… ¿te paso a buscar?” Me sentí culpable, así es que ella me pasó a buscar y luego recogimos a otra colega y fuimos al centro de distribución, a las 11 de la noche, y entregamos un par de centenares de diarios del domingo. Trabajamos en el frío, en la nieve, hasta las 8 de la mañana, poniendo los diarios en sus bolsas plásticas y manejando toda la noche para entregárselos a los suscriptores 

 

El periodismo de hoy y mañana 

Consultado sobre el futuro del periodismo, dice que es claramente digital, pues “la mayoría de la gente accede hoy a las noticias digitalmente, esa es la realidad, por medio de un notebook o un teléfono: el mundo digital es la forma a través de la cual la gente obtiene sus noticias”.  

-Pero aún no sabemos cuál es el modelo de negocios para esto… 

-Cierto, No lo sabemos. Puede ser a través de publicidad, o puede ser periodismo sin fines de lucro, pueden ser suscripciones, pueden ser combinaciones de todo ello… 

-¿Crees que la gente va a pagar por algo que puede obtener gratis en internet? 

-Pienso que la gente va a pagar por información que es valiosa para ella, que va a pagar por información que dice la verdad acerca de sus vidas, que dice la verdad sobre instituciones poderosas, sobre individuos poderosos que juegan un rol en sus vidas. 

 Texto originalmente publicado en Diario Concepción (2016) 

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